El tomate seco o deshidratado, que podemos encontrar en herboristerías y a
veces en tiendas como Mercadona.
En algunos sitios, hidratan el tomate antes de echarlo a la ensalada, si
bien no me gusta la textura que adquiere.
Particularmente, yo añado el tomate a un tarro con orégano y esta vez
para probar le puse un diente de ajo y una guindilla deshidratada.
Y lo cubro todo con aceite de oliva virgen extra.
Lo dejo reposar un par de días en la nevera, y ya estará
listo para usar en ensaladas.